ARTE Y EDUCACION
Brancusi diferencia varias partes o etapas:
La edad de la inocencia: hasta cerca de los once o doce años los niños poseen un sentido instintivo de las armonías de los colores, de composiciones y construcciones imaginativas con ellos. Luego con la llegada de la pubertad estas facultades dejan espacio para el juego de facultades más lógicas con sus actividades. En el niño se desarrolla el Súper- Yo consciente y critico. El Súper- Yo (según Freud) representa todas las restricciones morales y defiende el impulso hacia la perfección. En general, los padres y demás autoridades similares siguen los dictados de sus Súper –Yo en la educación de sus hijos.
El Súper- Yo del niño no se forma sobre el modelo de sus padres, sino sobre su Súper –Yo.
El niño dotado: Desde el punto de visa de la educación artística se plantean dos interrogantes:
¿Por qué razón tienen lugar estas excepciones?
Si se desea elevar hasta un cierto número tales excepciones, ¿de qué manera puede hacerse?
Existen dos explicaciones: una física y otra psicológica. Basándonos en el psicoanálisis ocurre que un individuo no consigue efectuar la completa objetivación, como llamamos a la substitución del principio del placer por el principio de la realidad. A veces tales individuos, si experimentan placer en las cualidades de estímulos externos como la luz o el color, se ven impulsados a resistir aquellas influencias que desviarían sus energías hacia actividades socialmente aceptadas. Lo que le ocurre al niño durante los primeros años determina si tendrá o no una capacidad para la expresión estética, para comunicar sus sentimientos. Todos nacemos artistas y nos convertimos en ciudadanos insensibles.
Un problema de valores: habla de un problema en la educación. Parece que solo podemos educar los impulsos estéticos, y lo que hace que el individuo se convierta en un representante de nuestros Súper- Yo (un buen ciudadano).
La teoría de Platón sobre el arte y la educación: para platón no existía un concepto general del arte sino diversas artes. Distingue tres grados de objetos: la forma absoluta y eterna, el objeto perceptible y la obra de arte. Estos tres grados corresponden a los tres grados del conocimiento. Las objeciones de Platón al arte se reducen a dos: la racional y la estética.
El medio feliz: toda concepción autentica de la razón tiene que dar cabida a las emociones humanas y a todo lo que estas determinan. Debería descubrirse el punto óptimo de la educación, en que esta haga el mayor bien y el menor mal...
Productor y consumidor: hay que establecer una distinción entre los individuos que poseen una sensibilidad estética generalizada, y los que poseen la habilidad de dar una forma concreta a su experiencia estética. Las intuiciones de modelos, formas y colores que surgen del nivel instintivo o inconciente distinguen al artista de vocación.
La educación de los instintos: tenemos que aprender a desestimar aquellos valores sociales e intelectuales que han sido el objetivo supremo de toda la tradición clásica. Intentar educar los instintos en lugar de suprimirlos.
El proceso de la educación: el único común denominador de todos los tipos de arte es una cierta intensidad o vitalidad: el estilo del artista. Este tiene que domar los entres de sus visiones antes de entregarlos al ciego publico. Esta es la función de la parte de la mente del artista que llamamos su Yo.
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