miércoles, 19 de octubre de 2011

Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.



Capítulo I “Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión”

Todo ser humano, la educación y el conocimiento corren el riesgo del error y la ilusión.
La educación debe dedicarse a la identificación de los orígenes de errores, de ilusiones y de cegueras.
Sin embargo existen muchos tipos de errores, como errores mentales, intelectuales, de la razón y cegueras paradigmáticas.
No podemos separar lo real de lo fantástico, ya que nuestra mente está sujeta al funcionamiento interior.
Existen dos tipos de paradigmas opuestos: el primero incluye al humano en la naturaleza y el segundo excluye al humano de la naturaleza.
Existen muchas fuentes y causas de error y de ilusión en todos los conocimientos, de ahí la necesidad para cualquier educación de despejar los grandes interrogantes sobre nuestra posibilidad de conocer.

 
Capítulo II: Los principios de un conocimiento pertinente.
Para que un conocimiento sea pertinente, la educación deberá entonces evidenciar:
-        El contexto: Para que un conocimiento tenga sentido debe estar enmarcado en un contexto.
-        Lo global: Todo el conjunto tiene que estar relacionado entré si para que obtenga sentido.
-        Lo multidimensional: Las unidades complejas (como el ser humano) son multidimensionales, es decir, el ser humano es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo, racional.
-        Lo complejo: la complejidad es la unidad entre la unidad y la multiplicidad. La complejidad se da cuando son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo
La hiperespecialización trata correctamente los problemas particulares que solo pueden ser planteados y pensados en un contexto, mientras que la cultura general incita la búsqueda de la contextualización.

 
Capítulo III: “Enseñar la condición humana”
Existe una condición cósmica, una física, una terrestre y la humana.
Todos los constituyentes de estas condiciones han sido forjados en un sol y reunidos en un planeta por el sol, somos a la vez seres cósmicos y terrestres. Ha existido peligro de extinción del planeta en al menos dos ocasiones.
Todos nos comunicamos en el mismo lenguaje pero en diferentes lenguas.
La cultura se pasa de generación en generación en cada una de las sociedades.
Somos seres infantiles, neuróticos, delirantes siendo también racionales. Todo ello constituye el tejido propiamente humano

Capitulo IV: “Enseñar la identidad terrenal”

Según el autor nos encontramos en la era planetaria desde el siglo XVI y nos encontramos en la fase de mundialización.
Cada individuo recibe o consume las informaciones y las sustancias provenientes de todo el universo. El mundo entero esta interconectado. Sin embargo existen grandes diferencias entre las distintas sociedades, mientras que el europeo se encuentra en un circuito planetario de confort un gran número de africanos, asiáticos y suramericanos están en un circuito plantario de miseria.
La mundialización es unificadora pero también conflictiva.
Para atravesar la era del siglo XX ahí que conocer su herencia:
-        La herencia de muerte
-        Las armas nucleares
-        Los nuevos peligros
-        Muerte de la modernidad
-        La esperanza
El siglo XX ha dejado contracorrientes regeneradoras que podrían cambiar el curso de los acontecimientos.

Capítulo V: “Enfrentar las incertidumbres”.
Se ha descubierto en el siglo XX que el futuro es impredecible. El progreso es posible pero incierto.
La educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento:
-        La incertidumbre de lo real: debemos saber interpretar la realidad.
-        La incertidumbre del conocimiento: corre el riesgo de ilusión y error.
-        Las incertidumbres y la ecología de la acción: a la hora de elegir existe riesgo e incertidumbre.
Se pueden calcular a corto plazo los efectos de una acción, pero sus efectos a largo plazo son impredecibles.
Capítulo VI “ Enseñar la comprensión”

Existen grandes progresos en la comprensión pero sigue existiendo la incomprensión.
Hay dos comprensiones: la intelectual u objetiva y la humana intersubjetiva.
Comprender incluye un proceso de empatía, de identificación y de proyección.
Los obstáculos interiores a la compresión son: el egocentrismo, etnocentrismo, sociocentrismo y el espíritu reductor.
La ética de la comprensión nos pide comprender de manera desinteresada, sin esperar reciprocidad.
Lo que favorece la comprensión es: El “bien pensar” y la introspección.
La comprensión hacia los demás necesita la conciencia de la complejidad humana, simpatía hacia los demás e interiorización de la tolerancia.
La comprensión es a la vez medio y fin de la comunicación humana. Toda la importancia de la educación en la comprensión, el desarrollo de la comprensión necesita una reforma planetaria de las mentalidades; esa debe ser la labor de la educación del futuro.
Capítulo VII “La ética del género humano”.

Este capítulo habla del tema de la democracia y la política, pero encaminada a la solidaridad y a la igualdad.
Morin dice que el gobierno debería tener más en cuenta la opinión de los ciudadanos, y que debería olvidarse de tanta especialización.


REALIZADO POR:
JENNIFER ESPIN FERNANDEZ
SARA CALERO GARCÍA
GEMA FERRE MUÑOZ
MARISA RUIZ DE MAYA
SALLY MENDEZ OTALERO
NATALIA MARTINEZ GARCIA


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